Los repetidos brotes de COVID-19 en Guangdong, una de las principales zonas de exportación en China, ha obligado al gobierno chino a endurecer las normas de seguridad en los 4 puertos más importantes de la zona, lo que ha provocado una ralentización de la exportación generalizada; convirtiéndose en el peor atasco en China, con retrasos hasta 2022.
China ya contaba con un atasco anterior debido a la alta demanda de productos una vez pasada la primera ola del coronavirus. Además, durante más de tres semanas, uno de los principales puertos de la zona de Guangdong ha estado cerrado, según ha publicado Business Insider. Varios expertos calculan que las consecuencias de este retraso se alargarán hasta principios de 2022, afectando a la época navideña. Cabe recordar que China es el mayor exportador del planeta.
Retrasos en los envíos hasta 2022 por atasco en China
Esta crisis de exportación está afectando a numerosos sectores, desde el alimentario al industrial; provocando impactos en las propias empresas a nivel mundial, incluida Europa. Los muelles en China se han encontrado con un grave problema: no hay contenedores, especialmente los refrigerados. Durante los últimos meses, fabricantes y distribuidores luchan por un hueco vacío en cualquier contenedor, con el fin de poder enviar los productos que sus clientes han comprado. Adelantándose al atasco previsualizado para navidades, muchas empresas han empezado a solicitar el envío de productos destinados a estas fechas, lo que ha provocado una lluvia de pedidos que solo ha empeorado la situación en los puertos chinos, acumulándose más y más envíos pendientes.
Los primeros problemas de exportación que sufrió China fueron al inicio de la pandemia, cuando el país tuvo que cerrarse al exterior por completo y las rutas de exportación fueron canceladas. Además, otros factores como el bloqueo del Canal de Suez o los intermitentes e imparables brotes de COVID-19 no solo en el país, sino entre los trabajadores de los muelles; han ido sumando un retraso que se ha ido acumulando, convirtiéndose en una bola de nieve.
¿Las consecuencias? Capacidad muy limitada, precio de los contenedores por las nubes, retrasos incalculables y un servicio que deja bastante que desear; causando problemas en la cadena de suministros a nivel global hasta, mínimo, principios de 2022.
